Pedro Jankaquipa
17/07/2013
El Banco Mundial consiguió con Evo Morales lo que no pudo conseguir
con Gonzalo Sánchez de Lozada, intervenir en el país a través de sus
actividades financieras en el marco del sistema imperialista sin ninguna
oposición, el mandatario indígena se da el lujo de hacer que sus “bases
sindicales” griten vivas al presidente del Banco Mundial.
Publicamos esta nota de Pedro Jankaquipa referido al encuentro de Evo
Morales junto a sus “organizaciones sociales” con el presidente del
Banco Mundial Jim Yong Kim, en la localidad de Cliza en Cochabamba.
Análisis y Opinión
El Banco Mundial socio del gobierno “revolucionario” de Evo Morales
Pedro Jankaquipa
El Banco Mundial (BM) es un organismo financiero internacional cuyos
fondos provienen de 40 países donantes, es decir los principales países
imperialistas y caracterizado por su estricta disciplina financiera, que
tiene como objetivo central la de realizar préstamos financieros a los
países en desarrollo, principalmente de Asia, África y América Latina y
hoy también a países europeos como España, Portugal, Grecia, Islandia,
etc., debido a la crisis económica y financiera que vive el sistema
capitalista mundial.
Como es de suponer y como señalan muy bien nuestros pueblos “nadie da
puntada sin hilo” para referirse que el accionar de algo o alguien
siempre está guiado por un interés y así es. Cuando revisamos la
historia encontramos que los distintos organismos financieros
internacionales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial,
el Banco Interamericano de Desarrollo, entre otros, han intervenido
directamente en las políticas económicas implementadas en nuestros
países sea a través de los “memorándums de entendimiento” o mediante la
implementación de políticas como la “modernización estatal” para hacer a
los Estados más “eficientes” y “productivos” ayudándoles a una mejor
“gestión” al servicio de los intereses imperialistas y de un sistema
basado en la explotación del hombre por el hombre.
Obviamente estos millonarios préstamos ni son gratis, ni son libres
de intereses, ni nada por el estilo; van a incrementar la deuda externa
que finalmente y recae en los hombros del pueblo que es quien la paga,
pues los ingresos del presupuesto nacional se sostienen en una economía
basada en un 80% de la recaudación de impuestos indirectos que cancela
la población al comprar cualquier artículo o mercancía y de pocos
impuestos directos que no le tocan ni el pelo a las ingentes ganancias
multimillonarias de las transnacionales que operan en Bolivia.
“No damos recetas (…) queremos que nos vean como un socio, que no
sólo viene a compartir conocimiento, sino a aprender cómo Bolivia logra
800 alianzas rurales que benefician a miles de personas”, dijo Kim en
Cliza.
Así, el Banco Mundial otrora enemigo de los pueblos se convirtió de
la noche a la mañana en una institución que “ayuda” a los pueblos a
salir de la pobreza, es decir en “socio y no patrón” como a Evo le
gusta llamar a la “nueva relación económica” de Bolivia con las
transnacionales y el imperialismo. En palabras de Evo Morales el Banco
Mundial “ya no chantajea ni condiciona” sino que “apoya nuestras
políticas y programas”. No es un invento nuestro, son palabras vertidas
por Evo Morales el 6 de julio de 2013 al firmar el Memorándum de entendimiento
en nombre del Estado Plurinacional de Bolivia con el Banco Mundial por
un préstamo que permitirá acceder a $US 150 millones de dólares para
implementar el Programa de Alianzas Rurales Fase II.
Ese día Evo señaló también que el Banco Mundial se le acercó para
trabajar conjuntamente y apoyar la economía nacional casi inmediatamente
después de otra medida “revolucionaria”, y se refiere a la
“nacionalización de los hidrocarburos” de octubre de 2006. ¿Cambió su
carácter el Banco Mundial? No, simplemente se adapta a los “nuevos
tiempos”. En tanto no esté en riesgo la propiedad privada de los grandes
burgueses y de los terratenientes, ningún problema, el apoyo del BM
continúa y continuará.
Sin embargo, Evo Morales consecuente y coherente con su demagogia y
discurso antiimperialista de costumbre, el 2011, en su presentación en
la III Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado en Paraguay,
refiriéndose a la crisis económica sudamericana dijo que “El Banco
Mundial y el Fondo Monetario Internacional son responsables, algún día
tendrán que resarcir los daños que causaron implementando las políticas
del consenso de Washington, políticas como el TLC (Tratado de Libre
Comercio), el ALCA (Acuerdo de Libre Comercio de las Américas) que
causaron problemas en la economía de la región” ¿Evo hizo esta
declaración el 2011? Sí, luego de haber entrado en negociaciones con el
Banco Mundial (desde octubre 2006) e implementar la política
asistencialista de “bonos”, política surgida del Banco Mundial pues ha
financiado el bono Juana Azurduy de Padilla. Esta política de bonos no
es nueva, es una continuidad de lo iniciado por su “archienemigo”
Gonzalo Sánchez de Lozada, quien también le dejó la “participación
popular”.
¿Entonces, es una declaración sincera y antiimperialista la que hizo
Evo Morales en la III Cumbre Iberoamericana? No. Tan claro como el agua
se muestra el accionar del “presidente indígena”: de un lado negocia
bajo cuerda con el imperialismo norteamericano o europeo y por otro lado
busca victimizarse y presentarse como vanguardia antiimperialista en el
escenario político regional. Sin embargo no tiene reparos para echarse
un bailecito hasta el cansancio en Cliza (Cochabamba) con Jim Yong Kim,
presidente del Banco Mundial junto a sus organizaciones cooptadas y
corporativizadas como las Bartolinas quienes en un momento de euforia
colectiva llegaron a gritar ¡Viva el presidente del Banco Mundial!.
Increíble pero cierto.
Que estamos en un “proceso de cambio” nadie debería dudar, son
tiempos de mayor demagogia y de sometimiento más sutil al imperialismo
logrando algo que ni siquiera el neoliberalismo pudo alcanzar: el engaño
y adormecimiento de las masas populares.
Una muestra de lo que se “cocina” en Palacio Quemado y en la Asamblea
Legislativa es el proyecto de ley de “pausa por cinco años en el
control de la función económica social” en las grandes extensiones de
tierras (latifundios) no trabajadas e improductivas en claro servicio a
los intereses de los terratenientes que no vieron afectados en ningún
momento sus propiedades pero eso será tema de análisis en otro artículo.
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