lunes, 22 de julio de 2013

El Banco Mundial socio del gobierno “revolucionario” de Evo Morales .... ANÀLISIS Y OPINIÒN


El presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim (izq.) junto a Evo Morales, en Cliza, el pasado 6 de julio
Pedro Jankaquipa
17/07/2013
El Banco Mundial consiguió con Evo Morales lo que no pudo conseguir con Gonzalo Sánchez de Lozada, intervenir en el país a través de sus actividades financieras en el marco del sistema imperialista sin ninguna oposición, el mandatario indígena se da el lujo de hacer que sus “bases sindicales” griten vivas al presidente del Banco Mundial.
Publicamos esta nota de Pedro Jankaquipa referido al encuentro de Evo Morales junto a sus “organizaciones sociales” con el presidente del Banco Mundial Jim Yong Kim, en la localidad de Cliza en Cochabamba.
Análisis y Opinión

El Banco Mundial socio del gobierno “revolucionario” de Evo Morales

Pedro Jankaquipa
El Banco Mundial (BM) es un organismo financiero internacional cuyos fondos provienen de 40 países donantes, es decir los principales países imperialistas y caracterizado por su estricta disciplina financiera, que tiene como objetivo central la de realizar préstamos financieros a los países en desarrollo, principalmente de Asia, África y América Latina y hoy también a países europeos como España, Portugal, Grecia, Islandia, etc., debido a la crisis económica y financiera que vive el sistema capitalista mundial.
Como es de suponer y como señalan muy bien nuestros pueblos “nadie da puntada sin hilo” para referirse que el accionar de algo o alguien siempre está guiado por un interés y así es. Cuando revisamos la historia encontramos que los distintos organismos financieros internacionales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, entre otros, han intervenido directamente en las políticas económicas implementadas en nuestros países sea a través de los “memorándums de entendimiento” o mediante la implementación de políticas como la “modernización estatal” para hacer a los Estados más “eficientes” y “productivos” ayudándoles a una mejor “gestión” al servicio de los intereses imperialistas y de un sistema basado en la explotación del hombre por el hombre.
Obviamente estos millonarios préstamos ni son gratis, ni son libres de intereses, ni nada por el estilo; van a incrementar la deuda externa que finalmente y recae en los hombros del pueblo que es quien la paga, pues los ingresos del presupuesto nacional se sostienen en una economía basada  en un 80% de la recaudación de impuestos indirectos que cancela la población al comprar cualquier artículo o mercancía y de pocos impuestos directos que no le tocan ni el pelo a las ingentes ganancias multimillonarias de las transnacionales que operan en Bolivia.
“No damos recetas (…) queremos que nos vean como un socio, que no sólo viene a compartir conocimiento, sino a aprender cómo Bolivia logra 800 alianzas rurales que benefician a miles de personas”, dijo Kim en Cliza.
Así, el Banco Mundial otrora enemigo de los pueblos se convirtió de la noche a la mañana en una institución que “ayuda” a los pueblos a salir de la pobreza,  es decir en “socio y no patrón” como a Evo le gusta llamar a la “nueva relación económica” de Bolivia con las transnacionales y el imperialismo. En palabras de Evo Morales el Banco Mundial “ya no chantajea ni condiciona” sino que “apoya nuestras políticas y programas”. No es un invento nuestro, son palabras vertidas por Evo Morales  el 6 de julio de 2013 al firmar el Memorándum de entendimiento en nombre del Estado Plurinacional de Bolivia con el Banco Mundial por un préstamo que permitirá acceder a $US 150 millones de dólares para implementar el Programa de Alianzas Rurales Fase II.
Ese día Evo señaló también que el Banco Mundial se le acercó para trabajar conjuntamente y apoyar la economía nacional casi inmediatamente después de otra medida “revolucionaria”, y se refiere a la “nacionalización de los hidrocarburos” de octubre de 2006. ¿Cambió su carácter el Banco Mundial? No, simplemente se adapta a los “nuevos tiempos”. En tanto no esté en riesgo la propiedad privada de los grandes burgueses y de los terratenientes, ningún problema, el apoyo del BM continúa y continuará.
Sin embargo, Evo Morales consecuente y coherente con su demagogia y discurso antiimperialista de costumbre, el 2011, en su presentación en la III Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado en Paraguay, refiriéndose a la crisis económica sudamericana dijo que “El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional son responsables, algún día tendrán que resarcir los daños que causaron implementando las políticas del consenso de Washington, políticas como el TLC (Tratado de Libre Comercio), el ALCA (Acuerdo de Libre Comercio de las Américas) que causaron problemas en la economía de la región” ¿Evo hizo esta declaración el 2011? Sí, luego de haber entrado en negociaciones con el Banco Mundial (desde octubre 2006) e implementar la política asistencialista de “bonos”, política  surgida del Banco Mundial pues ha financiado el bono Juana Azurduy de Padilla. Esta política de bonos no es nueva, es una continuidad de lo iniciado por su “archienemigo” Gonzalo Sánchez de Lozada, quien también le dejó la “participación popular”.
¿Entonces, es una declaración sincera y antiimperialista la que hizo Evo Morales en la III Cumbre Iberoamericana? No. Tan claro como el agua  se muestra el accionar del “presidente indígena”: de un lado negocia bajo cuerda con el imperialismo norteamericano o europeo y por otro lado busca victimizarse y presentarse como vanguardia antiimperialista en el escenario político regional. Sin embargo no tiene reparos para echarse un bailecito hasta el cansancio en Cliza (Cochabamba) con Jim Yong Kim, presidente del Banco Mundial junto a sus organizaciones cooptadas y corporativizadas como las Bartolinas quienes en un momento de euforia colectiva llegaron a gritar ¡Viva el presidente del Banco Mundial!. Increíble pero cierto.
Kim bailando en Cliza con las Bartolinas
Kim bailando en Cliza con las Bartolinas
Que estamos en un “proceso de cambio” nadie debería dudar, son tiempos de mayor demagogia y de sometimiento más sutil al imperialismo logrando algo que ni siquiera el neoliberalismo pudo alcanzar: el engaño y adormecimiento de las masas populares.
Una muestra de lo que se “cocina” en Palacio Quemado y en la Asamblea Legislativa es el proyecto de ley de “pausa por cinco años en el control de la función económica social” en las grandes extensiones de tierras (latifundios) no trabajadas e improductivas en claro servicio a los intereses de los terratenientes que no vieron afectados en ningún momento sus propiedades pero eso será tema de análisis en otro artículo.



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