Si alguien tenía dudas sobre cuál iba a ser la política
estadounidense en esta parte Oriente Medio, el almirante se ha encargado
de despejar a través de su artículo cualquier tipo de dudas al
respecto. No obstante, bastaría con un simple vistazo a la política
norteamericana en Oriente Medio y sus proximidades para que nadie
medianamente informado - con la excepción de Santiago Alba Rico -
pudiera resultar sorprendido por las propuestas de este jefe militar
yanqui.
POR M.RELTI / CANARIAS-SEMANAL.ORG
El almirante estadounidense James G. Stavridis no es un militar
cualquiera. Además de contar con una trayectoria preñada de distinciones
en el Ejército de su país, ha desempeñado el importantísimo cargo de
comandante Supremo Aliado de la OTAN y Jefe del Mando Europeo de
Estados Unidos. Se trata pues de un militar que, sin duda, cuenta con la
anuencia del Ejército y, probablemente, también la del Departamento de
Estado de los EEUU.
En un reciente artículo rubricado por él mismo, y publicado en la
revista 'Foreign Policy', Stavridis sostiene un conjunto de puntos de
vista que ya nos adelanta cuál va ser la política de su país en Siria.
El antiguo jefe militar sostiene que si la paz no llega a Siria a corto
plazo, las potencias occidentales deberían de plantearse la división del
país en diversas regiones que coincidan con sus respectivas religiones y
etnias. Según el ex almirante eso se puede lograr de diferentes maneras
si se atiende a los ejemplos históricos de Yugoslavia, Bosnia e Irak.
Según él, en las próximas negociaciones de Ginebra tal propuesta debería
formularse como “variante” para lograr una “solución de paz”.
El militar norteamericano no confía en que la tregua vaya a funcionar.
Probablemente tendrá razones de peso para mantener ese augurio. En su
opinión, la guerra en Siria tiene todos los visos de que se prolongará
en el tiempo, ya que "los actores clave no consiguen llegar a un acuerdo
que les permita salir de este conflicto: mientras que Rusia, Europa y
EE.UU. discuten el destino de Bashar al Assad, que parece no controlar
el país, Irán y Arabia Saudita se sumergen en un conflicto geopolítico,
así como el conflicto entre Turquía y Rusia en cuestiones tácticas y
estratégicas".
De acuerdo con la opinión expresada en su artículo, Stavridis cree por
otra parte, que Siria no tiene la solera histórica de Irak, Turquía o
Grecia, pues sus fronteras actuales surgieron tras la Primera Guerra
Mundial . "Es un país - alega este militar estratega- donde existen
problemas de suministro de agua, divisiones territoriales entre etnias y
religiones, a lo que se sumó el levantamiento de la primavera árabe".
En la medida que el almirante avanza en su artículo, va precisando con
más detalle cuáles serán los posicionamientos estadounidense en el
escenario sirio para los próximos tiempos.
En ese marco disgregado de la nación Siria, el ex alto mando militar
apunta que Damasco se deberá constituir como un distrito alauí, rama del
islam chií a la que pertenece Al Assad, bajo su gobierno o el que le
sustituya. Igualmente deberá formarse una región central que quedará
bajo la autoridad de los suníes moderados. El oriente del país será
reservado para los kurdos.
Si alguien tenía dudas sobre cuál iba a ser la política estadounidense
en esta parte Oriente Medio, el almirante se ha encargado de despejar a
través de su artículo cualquier tipo de dudas al respecto. Sin embargo,
ni siquiera sería necesario contar con la confesión del militar
norteamericano. Bastaría con un simple vistazo a cuál ha sido la
política norteamericana en el curso de los últimos 20 años en el Oriente
Medio y sus proximidades -Irak, Libia, Afganistán, Siria, Yemen…- para
que nadie medianamente informado - con la excepción de Santiago Alba
Rico - pudiera resultar sorprendido por las propuestas de este jefe
militar yanqui.
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