Nos permitimos reproducir la siguiente entrevista, con el objeto de conocer sobre el levantamiento popular en Turquia, debido a que las multinacionales de informacion vienen distorsionando y manipulando lo que realmente viene sucediendo en ese país.
Monday, 10 June 2013 00:00 Communist Party of
Turkey
Entrevista a Kemal Okuyan, miembro
del Comité Central del PC de Turquía
"Esto es un levantamiento del
pueblo. El pueblo está enfadado"
Editor Jefe del diario Sol y miembro
del Comité Central del Partido Comunista de Turquía (TKP), Kemal Okuyan ha
respondido a varias preguntas sobre la lucha del parque Gezi, que ha resultado
un gran avance. Okuyan clarifica con sus respuestas una serie de cuestiones que
se han debatido recientemente, tales como “¿hacia dónde se dirige Turquía?”,
“¿existe una situación revolucionaria?” o “¿son los recientes acontecimientos
la “primavera” turca”?
¿Se esperaba un movimiento social de
esta magnitud?
Históricamente, los grandes
movimientos sociales son en general movimientos que no se pueden prever. Si los
límites de algo se pudieran predecir, los actores vinculados a ello se
prepararían para ello, con aportaciones negativas o positivas, tratarían de
controlar los resultados. Cuando esto ocurre, una sombra de ficción cubre al
movimiento. El avance que puede cambiar la balanza de poder existente no puede
realizarse y, como resultado, no nace un gran movimiento social. Nadie podía
estimar las dimensiones de lo que estamos viviendo ahora mismo. El gobierno no
podía. La oposición mayoritaria tampoco, ni tampoco la izquierda. Sí existieron
algunos indicios, hay quien fue capaz de darse cuenta de que los
acontecimientos llegarían a un punto crítico, pero nadie fue capaz de prever lo
que está ocurriendo ahora. Esto es importante. El clima político e ideológico
de Turquía es hoy diferente al de hace 4 o 5 días. No es completamente diferente
al de entonces, pero sí ha cambiado a una escala que no puede subestimarse.
¿Qué es lo que hay tras la
prevalencia y profundidad del movimiento?
De forma directa, desnuda, es la
culminación, a un nivel increíble, de la reacción, incluso del odio, hacia el
gobierno del AKP y, especialmente, hacia Erdogan. Pensábamos que sabíamos esto,
pero había algo que olvidábamos: este odio hacia Erdogan se ha solidificado, se
ha acumulado a la vez que Erdogan aumentaba su arrogancia, solidificaba su
impunidad. Por otra parte, todo el mundo pensaba minusvaloraba este odio, dado
que no se utilizaba o parecía que no tenía uso. Pero el odio no es un
sentimiento que se pueda subestimar Si encuentra un canal, saldrá a la luz.
Tayyip Erdogan no puede estar orgulloso de sí mismo, se ha convertido en un
foco de atención como pocos antes en la Historia.
¿Es esto tan sencillo, en otras
palabras, puede todo esto resumirse en ira contra Erdogan?
Por supuesto que no, pero hay que
tenerlo en cuenta. Como ejemplo, si no existiera una figura tan dominante como
él, digamos, que fuese Abdullah Gül quien encabezara el AKP, el nivel de la
reacción habría sido más normal. Pero tampoco debería verse esto como si no
existieran elementos ideológicos. Erdogan es un catalizador y tiene un efecto
multiplicador, pero el movimiento tiene como objetivo ajustar cuentas ante los
elementos fundamentales de la mentalidad que plasma el AKP. Con al excepción de
la base de clase, la reacción y el colaboracionismo han sido su base ideológica
y Erdogan se ha puesto en el centro. El Primer Ministro dice “Esto no es sobre
los árboles”. No puedo creer que haya dicho esto. A partir de cierto punto, no
se trata de los árboles o del parque Gezi. Esto fue la gota que colmó el vaso.
Él no se da cuenta del nivel de ira y odio que ha creado.
La característica dominante del AKP
es estar a favor del mercado. ¿Dónde está la falta de conexión aquí?
Bien, realmente no podemos evadir el
asunto diciendo simplemente que ésta es la reacción de la clase media. Si la
reacción de la clase media ha llegado a este nivel en Turquía, deberíamos
comenzar a pensar en otras cosas. De acuerdo, hay un carácter de clase media en
esto, pero ha habido una importante movilización en los barrios obreros,
particularmente en Estambul y Ankara. Si olvidamos lo que hemos sabido todo el
tiempo y hablamos improvisadamente, cometeremos errores. En primer lugar, el
impacto político e ideológico, tanto en términos de ideología burguesa como
socialista, tiene que superar el obstáculo de la clase media. Aquí hay que
tomar muy en cuenta la cuestión de la lucha por la hegemonía. Si todo el mundo
etiqueta este amplio terreno como quiere, será un gran error. La izquierda ha
estado durante años viendo este campo y analizándolo como “turcos blancos”. El
rigor ideológico es importante, igual que la sensibilidad de clase. Pero
también necesitamos evitar la simplificación. En segundo lugar, está la
estructura de la clase obrera en Turquía. Hay límites a la organización en el
centro de trabajo de un movimiento obrero de masas que es inestable, que se
mueve y a la vez se tiene que enfrentar al desempleo. Es hora de mirar al
centro de trabajo con una nueva lógica. Hemos transferido la clase obrera a la
estructura sindical pero los sindicatos tampoco tienen una base sólida. Todo el
país se ha levantado y los sindicatos no están ahí. ¡No hay herramienta que
pueda activar a la clase obrera como dirigente, como fuerza dominante! En
anteriores incidentes en los que esto se logró mediante estructuras políticas
se produjeron absolutos éxitos. Decenas de miles de personas que eran
etiquetadas como “clase media” han planteado demandas que se basan en un eje anticapitalista.
La razón es que la mayoría de estas personas son personas cuyo trabajo es
explotado.
¿Es inocente el movimiento o hay
planes “más profundos”?
Algunos de los medios de comunicación
“oficiales” dicen que se han movilizado fuerzas malvadas para un levantamiento
organizado. Si éste hubiera sido el caso, el resultado hubiera sido distinto.
Pueden estar tranquilos. Esto es simplemente una explosión de ira. Los actores
políticos que comparten esta ira han sido, obviamente, capaces de conectar fácilmente
con esta ira general y se han puesto al frente en los terrenos en las que ya
había conexión o en las que ya estaban organizados. Pero esto no debería
exagerarse tampoco. Los buscadores de conspiraciones debería buscar en otro
sitio, exactamente entre ellos mismos. Está muy claro que hay un intento de
modificar, de determinar las políticas de Tayyip Erdogan. Los EEUU por varias
razones, la secta de Fethullah Gülen por otras razones. Tanto en política
exterior como interna, tratan de hacer que Erdogan vuelva a ser controlable.
Erdogan es alguien que no asume las cosas fácilmente. No puede tampoco
mantenerse coherente. Lo logró en parte en el asunto de Reyhanli pero no fue
suficiente. En el tema del parque Gezi, los EEUU, el gran capital y la secta de
Gülen, al dejarlo vulnerable y sin defensa, le han mostrado el resultado del
asunto de Reyhanli. No estoy seguro de que haya captado el mensaje. La pasada
semana, se mencionaba continuamente el nombre de Sarigül como candidato a la
alcaldía de Estambul (Sangül es el alcalde de un distrito de Estambul, un
socialdemócrata con fuertes vínculos con algunos sectores capitalistas). La
nueva relación entre el CHP (principal partido de la oposición) y la secta de
Gülen se menciona continuamente en los “medios sociales”. Si juntamos todo
esto...
¿Se podría utilizar la analogía de la
“primavera turca”?
La referencia a la “primavera turca”
en los medios imperialistas es un mensaje a Erdogan. En el fondo, están
contentos con Erdogan y no planean sustituirlo, pero también le recuerdan sus
límites. Tras los recientes acontecimientos, las políticas de Erdogan sobre
Siria e Irak necesitan cambiar. Creo que su aventura presidencial también ha
terminado. Una posibilidad es que la relación entre Erdogan y la secta de Gülen
comience a mejorar y se establezca una consolidación política e ideológica
contra la reacción social que ha emergido, que se unan. Por supuesto, esto
llevará tiempo. Por otra parte, la ira de Erdogan puede durar más y puede
responder a la secta de Gülen. Esto crearía interesantes resultados. Pero no es
posible esperar que Erdogan juege al político razonable dado que un Erdogan
alicaído no es útil para nadie.
¿Es ese el significado histórico de
los acontecimientos?
Absolutamente no. Nadie debería
hablar mal de este movimiento. Esto es un levantamiento del pueblo. El pueblo
está enfadado. Quienes subestiman a la oposición a Erdogan y al AKP deberían
comenzar a reconsiderar su percepción. Quienes piensasn que habrá paz y
democratización con Erdogan deberían hacer lo mismo. Todos sus planes han
fracasado. No escuchen a esos análisis. Esto es un movimiento social. Algunas
fuerzas políticas intentan utilizar este movimento para intimidar al gobierno,
no para buscar un nuevo futuro. Pero esto no parará aquí. Los recientes
acontecimientos han ayudado al movimiento organizado del pueblo. Dejaron a
Erdogan sin apoyo porque, de otra forma, atraerían la ira contra sí mismos. Han
tenido mucho cuidado. Han utilizado algunos trucos, por ejemplo la desenfrenada
brutalidad policial.
¿Estaba preparada la izquierda turca?
Siempre es controvertido lo que
significa “la izquierda” en Turquía. Algunos grupos de izquierda no tienen
ninguna preocupación política. Hay algunos grupos que no están interesados en,
o que desdeñan los acontecimientos. No quiero hablar mucho sobre ellos. Las
fuerzas políticas con preocupaciones políticas serias no estaban preparadas
para dirigir los acontecimientos. Pero este movimiento no es ajeno a la
izquierda. Como dije en muchas localidades, la izquierda organizada ha
conducido al pueblo.
Hay algunos que no están contentos
con la intervención de la izquerda. No están cómodos con las identidades
políticas, banderas o pancartas de partidos.
Esto no es sorprendente si tienes en
cuenta la espontaneidad del movimiento. Por otra parte, en la mayoría de sitios
la gente pide la coordinación de una organización. Si tienes en cuenta la
envergadura de los acontecimientos, la contribución directa de la izquierda
organizada es limitada pero la determinación del pueblo depende de las fuerzas
de izquierda. También hay un ego intelectual que es alérgico a la idea de la
izquierda organizada. Quieren monopolizar este escenario. No les tomamos en
serio. Tenemos intelectuales honestos que resisten contra este gobierno. La
izquierda debería apoyarlos pero no a quienes son hostiles a las políticas de
izquierda y a la idea de algún tipo de organización política.
Hay dos elementos de este movimiento:
fans del fútbol y alcohol...
La participación de fans del fútbol
ha inyectado energía al movimiento. Sin embargo, esto hay que analizarlo junto
con otros factores. Esta energía ha causado algunos problemas. El insulto a las
manifestaciones políticas, que no ha sido el caso de Turquía, puede
ejemplificar estos problemas. Yo mismo he observado esto: nuestras
simpatizantes mujeres que critican algunos de nuestros textos o artículos
periodísticos por tener un “discurso masculino” proferían palabras sexistas.
Esto, por supuesto, puede explicarse por la amplitud de la rabia, pero el
movimiento socialista debería imponer su propia cultura. En el asunto del
alcohol también... Desde que Erdogan trata de prohibir las bebidas alcohólicas,
el alcohol se ha convertido en un asunto de libertades. Pero esto debería
politizarse. No puedes luchar contra la opresión llevando botellas de cerveza
en las manos. Por eso pienso que la decisión del TKP de no permitir la ingesta
de bebidas alcohólicas en las manifestaciones es muy importante.
¿Cómo podemos definir estos
incidentes? ¿Se trata de una crisis revolucionaria?
No. Claramente es
una explosión de una gran energía social. Es poderoso en amplitud y efecto,
pero hay algunos criterios marxistas que definen una situación como crisis
revolucionaria, y estamos muy lejos de ella. Al menos por ahora...
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