El Vietnam de hoy es Donbass.
Victor Shapinov
Hoy, la imagen romántica de los rebeldes de 1968 inspira juventud.
Jóvenes, bellos, atractivos protagonistas de los sucesos revolucionarios
de aquellos tiempos se nos presentan como héroes de la película “Los
soñadores” de Bernardo Bertolucci, presentada en cualquier club de cine
juvenil progresista. Pero aquellos que admiran a la juventud de los
sesenta, aparentemente, han reflexionado poco sobre porque lucharían hoy
de nuevo los jóvenes rebeldes rojos de aquel 1968.
No hay duda que el detonante del levantamiento de 1968 fue el movimiento
global contra la guerra. La monstruosa guerra de Vietnam, en donde las
armas mas poderosas y mas modernas de los países occidentales
desencadenaron su poder contra las guerrillas campesinas de los países
del Tercer Mundo, fue el catalizador de los movimientos estudiantiles de
la época.
La filmación de la matanza de My Lai, las fotografías de las mujeres y
niños asesinados y de las granjas arrasadas por el NAPALM, no dejaron
indiferentes a las jóvenes generaciones de Occidente. “No en mi nombre”,
dijeron los estudiantes en Francia, Alemania, Gran Bretaña y los EE.UU.
En las masivas manifestaciones contra la guerra, la quema de las
cartillas de reclutamiento y la creación por parte de los oficiales y
soldados que regresaban de Vietnam del movimiento “Veteranos contra la Guerra” produjeron una tormenta, llevando la protesta ante la Casa Blanca y renunciando a sus condecoraciones militares.
¿Tal vez no comparte la juventud de hoy aquella sinceridad y
solidaridad? ¿Tal vez los videos de los neonazis quemando la Casa de los
Sindicatos en Odessa, las fotos de civiles tiroteados en Mariupol, las
imágenes de Donetsk ardiendo no nos causan la misma reacción que
aquellas fotos de Vietnam a la lejana generación de los años 60?
¿Tiene razón esa gente mayor que siempre está murmurando que “la juventud ya no es lo que era”?
La guerra no tiene lugar a muchos miles de kilómetros, en algún lejano
país. La guerra está aquí. Los que mueren son como tú: ucranianos,
rusos, armenios, judíos, tártaros. Tal vez parientes lejanos tuyos,
amigos o simplemente gente cercana. Para empatizar con el fallecimiento
de una persona no se necesita conocerla personalmente.
¿En donde están las manifestaciones estudiantiles contra la guerra? ¿Qué
cartillas militares se están quemando? ¿Por qué no hay bloqueos de la
unidad de aviación en Mirgorod, de donde despegan los aparatos para los
ataques aéreos sobre las áreas residenciales de Donetsk? ¿En donde el
estigma contra los pilotos que matan aleatoriamente gente inocente y
cobran 9000 hryvnias por vuelo? Incluso las protestas contra la guerra
de las mujeres de Volyn, que bloquearon las carreteras, exigiendo el
regreso y la paga de los soldados (sus maridos, hermanos e hijos) solo
tuvieron lugar tras la muerte de personal militar en una emboscada. Pero
no protestaban contra la guerra en Donbass, que está matando a los
hijos y a los maridos de otras mujeres.
¿En donde están las guerrillas urbanas en Lvov y en Kiev, que, como
Ulrike Meinhoff y Andreas Baader de la Fracción del Ejército Rojo,
asesten golpes certeros contra las bases de respaldo del imperialismo?
Desde luego, pueden encontrarse mil excusas para justificar porque no
luchar por Donbass. Seréis llamados traidores y agentes extranjeros.
Pero el “establishment” de los EE.UU. también condenó a los estudiantes
por desfilar con la bandera del Frente Nacional de Liberación de Vietnam
del Sur.
Os dirán que entre las milicias hay sectarios ortodoxos, aunque ellos
incluyen en sus filas chechenos hostiles a los eslavos a fin de
mostrarse “modernos”. Pero entre los cuadros políticos de la guerrilla
en el Congo, dirigida por Ernesto “Che” Guevara, los brujos actuaban a
menudo, y los soldados creían en la magia y en los espíritus
ancestrales.
Os dirán que los líderes de la República Popular de Donetsk mantienen
puntos de vista políticos erróneos. Pero los estudiantes que protestaban
contra la guerra de Vietnam no compartían siempre ni en su totalidad
las ideas del camarada Ho Chi Minh. Entre ellos había devotos cristianos
y liberales de familias ricas. Pensaban que tenían que hacer lo
correcto para detener los asesinatos, los crímenes, que tenían lugar en
su nombre.
Hay muchas excusas; no es difícil rebatirlas. Pero ¿Cómo mirará la
actual generación de jóvenes a los ojos de sus hijos, sin importar como
se llame el país tras esta guerra? ¿Despreciarán ellos a sus padres,
como una generación de jóvenes alemanes de los sesenta miraban a sus
padres, que dócilmente aceptaron los crímenes nazis, consumiendo su
propaganda y marchando alegremente por la guerra contra los “salvajes e
inferiores rejos del Este” ?
¿O creéis que esta loca pesadilla no se está ejecutando en vuestro nombre?
BOROTBA.
BOROTBA.
http://borotba.org/donbass_is_todays_vietnam._by_victor_shapnov.html
http://odiodeclase.blogspot.com/2014/06/comunicado-de-borotba-el-vietnam-de-hoy.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario