martes, 12 de agosto de 2014

Plantear la confrontación directa con el sistema, promover la insurrección de la juventud

 
Entrevista a la Camarada Kimberly Ruíz, integrante del Comité Central del PCM, y Secretaria de Organización del Buró Político de la Federación de Jóvenes Comunistas

¿Cómo iniciaste en la lucha por el socialismo, qué te llevó a tomar esa decisión?

Mi infancia y adolescencia se desarrollaron como en la mayoría de nosotros, en condiciones adversas, lo que generó un sentimiento de odio hacia lo que me rodeaba sin saber por qué. Al ingresar al bachillerato encontré a otros más, igual que yo; inconformes y rebeldes, nada más que organizados y orientándolo todo hacía una lucha revolucionaria. A menos de un mes de haberme acercado a este espacio, una de las manifestaciones en la que participé fue reprimida y de manera arbitraria me detuvieron, exhibiéndome a través de los medios de comunicación bajo las acusaciones falsas que acostumbra sembrar el Estado. Poco fue el tiempo de mi detención, pero suficiente para despertar de un salto mi conciencia, lo que gestó en mí la rabia por las injusticias y el amor por los que sin pedir algo pelean por un cambio. Al mismo tiempo se desarrolló en mí un compromiso serio por la lucha revolucionaria.

Sobre mi inclinación hacia el Marxismo-Leninismo y el socialismo-comunismo se dio casi de manera natural. Siendo hija de obrera textil y chofer de microbús no podía perder el tiempo, me di cuenta que en cualquier momento tendría que trabajar también, así que busqué un proyecto serio que asegurará el triunfo de los siempre explotados y además los dignificará. Al primer ojo que me guiñó el Partido Comunista, me arrojé y a los 16 años ya pertenecía a mi primera célula de Partido.

¿Qué libros han sido importantes en tu militancia, cuáles recomiendas a otros camaradas?

Las novelas, éstas siempre han sido mis mejores consejeras, a cualquiera que este vacilante casi al punto de claudicar, para el que se confunda y comience a sentir la espina del egoísmo pequeño burgués, de ver por sí mismo y olvidarse del colectivo, sobre todo en nosotros, los que aún somos jóvenes y tenemos ciertas comodidades casi siempre a costa del sacrificio de nuestros padres, les recomiendo estás historias muy buenas: Los subterráneos de la libertad de Jorge Amado; La Madre de Maximo Gorki, Qué hacer de Nikolái Chernishevski (favorita de Lenin y que resalta la lucha femenina), La joven Guardia de Alexander Fadeiev, sólo por decir algunas; quien las lea no se arrepentirá de hacerlo y reafirmará su compromiso para con la lucha, además se ilustrará de manera sencilla sobre cuál ha sido el caminar de la lucha comunista en diferentes países y épocas.

El manifiesto de Partido Comunista, Marx y Engels; Carta a un camarada y el Qué hacer de Lenin; Engels De la Autoridad; las Obras de Stalin; La Determinación del Partido de Felipe Cuevas, son algunos textos que determinaron mi estilo de trabajo; pero la mejor recomendación para abordar la teoría es hacerlo en colectivo y con una guía de estudio que emané de órganos especializados en la formación política e ideológica, con ello evitas interpretaciones erróneas e inconexas con la realidad.

Hace meses, como integrante del CC del PCM, recibiste con otros camaradas la tarea de la Comisión Juvenil, de la organización de la LJC y del proceso de unidad para llegar al Congreso del que surgió la FJC.

Sí, lo primero era asegurar el pleno convencimiento de la militancia sobre la necesidad de este proceso, tomó su tiempo pero era la clave del éxito del congreso y se logró. Una vez convencidos todos lo demás fue sencillo, no por ello menos desgastante. El cuerpo del congreso: los documentos básicos, repartición de tareas, el análisis de la realidad, la logística, etc.

Ya cohesionada la LJC como juventud del PCM sólo era cuestión de resolver detalles, cada uno de nosotros dimos 10 veces más, lo que en circunstancias cualesquiera no habríamos dado. Fue obligatoria nuestra madurez política, dejar de lado absurdas concepciones sectarias y entender que la lucha de los comunistas se debe unir, que los análisis de la realidad deben ser científicos y por ende bajo la concepción del materialismo histórico y dialéctico, que la soberbia política es un cáncer más en la lucha revolucionaria.

Y por fin, dimos paso al trabajo conjunto en la etapa precongresual con los camaradas de la JCR y de Arrojo Combativo, discusiones sobre el carácter de la FJC, su programa, que en plenaria se definió no podría ser otro que el del PC, sus estatutos, sus tesis; aquí debo reconocer el gran esfuerzo que hicieron los camaradas de la JCR hoy de la FJC por construir una herramienta de verdad eficaz que permita la organización de la juventud trabajadora en un torrente revolucionario, nunca quitaron el dedo del renglón resultando en algo muy positivo; y la practicidad de los camaradas de Arrojo Combativo para resolver la agitación y difusión del congreso. Nada, no había más, todos estábamos claros en la necesidad de negarnos a nosotros mismos como organización y crear la FJC si de verdad se quería abonar en la lucha revolucionaria, a saber una ley de la dialéctica la negación de la negación.

En el nuevo Buró de la FJC eres la secretaria de organización, ¿Cuáles son los retos para consolidar a la FJC como una fuerte juventud comunista?

Potenciar el trabajo en colectivo, el estudio en colectivo, la vida interna de la FJC en colectivo, de esa forma, las decisiones que se tomen serán las más acertadas; los análisis de la realidad más correctos y atinados, será más fácil realizar los trabajos, pues no habrá sobrecarga de tareas a un solo camarada y la disciplina no será tan pesada asumirla. Sin embargo, eso no es posible sin el compromiso y la determinación individual de cada integrante de la filas de la FJC.

Has insistido en que la FJC no debe encerrarse en sí misma, sino que debe tener una dinámica para organizar a la juventud obrera y estudiantil, ¿Cómo concibes los pasos que hay que dar?

En realidad el Congreso nos dio ventaja en muchos pasos, pues se construyó la estructura, se logró organización, se definió una plataforma de lucha, se consensaron objetivos etc. Ahora sólo hace falta cumplir los compromisos asumidos, un plan de trabajo es una herramienta útil, no como receta sino como la sistematización de las tareas a cumplir y en el entendido de que la práctica determina en ocasiones otros rumbos y retos.

Has planteado “Insurreccionar a la juventud contra el capitalismo” ¿Cómo llenar de contenido esa consigna que es correcta?

Existen órganos estatales como el Injuve que intentan atender las necesidades de la juventud, pero basta con preguntarle a cualquier joven trabajador para darse cuenta que ni remotamente resuelven necesidades básicas como vivienda, empleo o educación.

Se han llevado a cabo movimientos como el “yo soy 132” o el de rechazados de la universidades públicas, etc. El primero no logró ni la democratización de los medios de comunicación, mucho menos impedir el fraude electoral de 2012, pero sí un papel irrisorio en Televisa a un oportunista pequeño-burgués que no tiene ni habilidad para dirigir un debate político. El segundo, ha logrado espacios para algunos aspirantes, pero el problema del acceso a la educación sigue presente.

Es decir, todos estos esfuerzos son, o se han convertido, en motores de la dinámica cíclica que pretende imponer el sistema y que quiere negar la lucha de clases; relegados a no salir del marco jurídico impuesto por la clase que oprime, están destinadas a extinguirse. Pues la lucha de clases se detiene sólo si el tiempo se detiene.

El hastío es notable en nosotros; los que cargamos a nuestras espaldas la desigualdad y la explotación indignante, porque las vivimos día a día. Hoy no tenemos que persuadir a nadie de que existe la pobreza, hoy se mama la pobreza. Es ahí donde tenemos un paso adelante y donde se materializa esta consigna, las condiciones están dadas para que la FJC aproveche y transforme en lucha política. Es sencillo convencer de lo evidente: la revolución. Sólo hay que aventarse al ruedo, aquí es donde el papel del elemento consciente juega un rol fundamental, por lo que cada militante de la FJC tiene una tarea de facto en cada lugar donde se pare, y ésta es plantear la confrontación directa con el sistema, promover la insurrección de la juventud.

Camarada, hoy día el fascismo en Ucrania es promocionado por los monopolios de la Unión Europea. La Banda Bassotti de Italia tomó una iniciativa a la que se invitó a la FJC, ¿Cómo se estará desenvolviendo esta iniciativa, cuál es su importancia política?

Se plantea un festival político-cultural con tres objetivos principales: Cohesionar el movimiento antifascista en México, promover el internacionalismo proletario y su lucha contra el fascismo, generar finanzas para la caravana que se enviará a Ucrania.

Trasciende esta nueva tarea porque deja ver de manera nítida que nuestra enemiga es sólo una: la burguesía, con sus distintas caras, el fascismo como una de ellas; esta lucha también es la más clara expresión de que en guerra de clases no existe nacionalidad, color de piel, lengua o costumbres que impida la unidad de la clase obrera a nivel mundial.

En esa misma dirección, tu vienes insistiendo en la importancia del trabajo cultural en la organización y lucha de la FJC y la juventud mexicana ¿Cuáles son sus perspectivas?

Construir una herramienta que entre otras tareas sirva de apoyo para sacar del letargo político, del conformismo y la indiferencia a las masas de oprimidos y explotados. Herramienta que puede tomar la forma de una red, coordinación, asamblea, foro, etc. Pero con la certeza de que los artistas unidos y organizados se convertirán en un arma eficaz de contraofensiva a los aparatos ideológicos del Estado, que buscan sumir en las tinieblas la conciencia de clase.

Eres trabajadora y estudiante universitaria, ¿Cómo aprecias que en la crisis capitalista buena parte de la juventud ni estudia ni trabaja y la abrumadora realidad del desempleo?

No lo aprecio, más bien lo desprecio. Los desempleados son el ejército industrial de reserva que este sistema capitalista necesita para asegurar su funcionalidad, para que los que sí tienen trabajo acepten salarios miserables. Son la consecuencia de la única ley que rige el mercado capitalista: la de la máxima ganancia, una dinámica anárquica que lleva a la crisis y al paro. De hecho, con certeza afirmo “los desempleados que van en aumento, tendrán un papel determinante en la próxima revolución proletaria”.

¿Cuál es el papel de la FJC en la política del PCM?

La FJC es la escuela de los futuros militantes del PCM, su cantera de cuadros; la federación debe nutrir al partido erigirse como un brazo ejecutor de su política, mientras que para cualquier organización comunista es necesaria la dirección del Partido Comunista.

¿Cómo valoras el V Congreso del Partido?

Aquí los cuadros en un ejercicio de máxima disciplina tienen la tarea de discutir y marcar la ruta exacta que llevará al partido a consolidarse como vanguardia de la clase obrera, teniendo siempre presente que el Partido existe por un sólo objetivo: la instauración del socialismo-comunismo.
 
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