Entrevista
a la Camarada Kimberly Ruíz, integrante
del Comité Central del PCM, y Secretaria de Organización del Buró Político de la
Federación de Jóvenes Comunistas
¿Cómo
iniciaste en la lucha por el socialismo, qué te llevó a tomar esa
decisión?
Mi
infancia y adolescencia se desarrollaron como en la mayoría de nosotros, en
condiciones adversas, lo que generó un
sentimiento de odio hacia lo que me rodeaba sin saber por qué. Al ingresar al
bachillerato encontré a otros más, igual que yo; inconformes y rebeldes, nada
más que organizados y orientándolo todo hacía una lucha revolucionaria. A menos
de un mes de haberme acercado a este espacio, una de las manifestaciones en la
que participé fue reprimida y de manera arbitraria me detuvieron, exhibiéndome a
través de los medios de comunicación bajo
las acusaciones falsas que acostumbra sembrar el Estado. Poco fue el tiempo de
mi detención, pero suficiente para
despertar de un salto mi conciencia, lo que gestó en mí la rabia por las
injusticias y el amor por los que sin
pedir algo pelean por un cambio. Al mismo tiempo se desarrolló en mí un
compromiso serio por la lucha revolucionaria.
Sobre
mi inclinación hacia el Marxismo-Leninismo y el socialismo-comunismo se dio casi
de manera natural. Siendo hija de obrera
textil y chofer de microbús no podía
perder el tiempo, me di cuenta que en cualquier momento tendría que
trabajar también, así que busqué un proyecto serio que asegurará el triunfo de
los siempre explotados y además los dignificará. Al primer ojo que me guiñó el
Partido Comunista, me arrojé y a los 16 años ya pertenecía a mi primera célula
de Partido.
¿Qué
libros han sido importantes en tu militancia, cuáles recomiendas a otros
camaradas?
Las
novelas, éstas siempre han sido mis mejores consejeras, a cualquiera que este
vacilante casi al punto de claudicar, para el que se confunda y comience a
sentir la espina del egoísmo pequeño burgués, de ver por sí mismo y olvidarse
del colectivo, sobre todo en nosotros, los que aún somos jóvenes y tenemos
ciertas comodidades casi siempre a costa del sacrificio de nuestros padres, les
recomiendo estás historias muy buenas: Los subterráneos de la libertad de Jorge Amado; La Madre de Maximo Gorki, Qué hacer de Nikolái Chernishevski (favorita de
Lenin y que resalta la lucha femenina), La joven Guardia de Alexander Fadeiev, sólo por decir
algunas; quien las lea no se arrepentirá de hacerlo y reafirmará su compromiso
para con la lucha, además se ilustrará de manera sencilla sobre cuál ha sido el
caminar de la lucha comunista en diferentes países y épocas.
El
manifiesto de Partido Comunista, Marx y Engels;
Carta a un camarada y el Qué hacer de Lenin; Engels De la Autoridad; las Obras de Stalin; La Determinación del Partido
de Felipe Cuevas, son algunos
textos que determinaron mi estilo de trabajo; pero la mejor recomendación para
abordar la teoría es hacerlo en colectivo y con una guía de estudio que emané de
órganos especializados en la formación política e ideológica, con ello evitas
interpretaciones erróneas e inconexas con la realidad.
Hace
meses, como integrante del CC del PCM, recibiste con otros camaradas la tarea de
la Comisión Juvenil, de la organización de la LJC y del proceso de unidad para
llegar al Congreso del que surgió la FJC.
Sí,
lo primero era asegurar el pleno convencimiento de la militancia sobre la necesidad de este proceso, tomó su tiempo pero
era la clave del éxito del congreso y se logró. Una vez convencidos todos lo demás fue sencillo, no por ello menos
desgastante. El cuerpo del congreso: los documentos básicos, repartición de
tareas, el análisis de la realidad, la logística, etc.
Ya
cohesionada la LJC como juventud del PCM sólo era cuestión de resolver detalles,
cada uno de nosotros dimos 10 veces más, lo que en circunstancias cualesquiera
no habríamos dado. Fue obligatoria nuestra madurez política, dejar de lado
absurdas concepciones sectarias y entender que la lucha de los comunistas se debe unir, que los análisis de
la realidad deben ser científicos y por ende bajo la concepción del materialismo
histórico y dialéctico, que la soberbia política es un cáncer más en la lucha
revolucionaria.
Y
por fin, dimos paso al trabajo conjunto en la etapa precongresual con los camaradas de la JCR y de
Arrojo Combativo, discusiones sobre el carácter de la FJC, su programa, que en
plenaria se definió no podría ser otro que el del PC, sus estatutos, sus tesis;
aquí debo reconocer el gran esfuerzo que hicieron los camaradas de la JCR hoy de
la FJC por construir una herramienta de
verdad eficaz que permita la organización de la juventud trabajadora en un
torrente revolucionario, nunca quitaron el dedo del renglón resultando en algo
muy positivo; y la practicidad de los camaradas de Arrojo Combativo para
resolver la agitación y difusión del congreso. Nada, no había más, todos
estábamos claros en la necesidad de negarnos a nosotros mismos como organización
y crear la FJC si de verdad se quería abonar en la lucha revolucionaria, a
saber una ley de la dialéctica la
negación de la negación.
En
el nuevo Buró de la FJC eres la secretaria de organización, ¿Cuáles son los
retos para consolidar a la FJC como una fuerte juventud
comunista?
Potenciar
el trabajo en colectivo, el estudio en colectivo, la vida interna de la FJC en
colectivo, de esa forma, las decisiones
que se tomen serán las más acertadas; los análisis de la realidad más correctos
y atinados, será más fácil realizar los trabajos, pues no habrá sobrecarga de
tareas a un solo camarada y la disciplina no será tan pesada asumirla. Sin
embargo, eso no es posible sin el compromiso y la determinación individual de
cada integrante de la filas de la FJC.
Has
insistido en que la FJC no debe encerrarse en sí misma, sino que debe tener una
dinámica para organizar a la juventud obrera y estudiantil, ¿Cómo concibes los
pasos que hay que dar?
En
realidad el Congreso nos dio ventaja en muchos pasos, pues se construyó la
estructura, se logró organización, se definió una plataforma de lucha, se
consensaron objetivos etc. Ahora sólo
hace falta cumplir los compromisos asumidos, un plan de trabajo es una
herramienta útil, no como receta sino como la sistematización de las tareas a
cumplir y en el entendido de que la práctica determina en ocasiones otros rumbos
y retos.
Has
planteado “Insurreccionar a la juventud contra el capitalismo” ¿Cómo llenar de
contenido esa consigna que es correcta?
Existen
órganos estatales como el Injuve que intentan atender las necesidades de la
juventud, pero basta con preguntarle a cualquier joven trabajador para darse
cuenta que ni remotamente resuelven necesidades básicas como vivienda, empleo o
educación.
Se
han llevado a cabo movimientos como el “yo soy 132” o el de rechazados de la
universidades públicas, etc. El primero no logró ni la democratización de los
medios de comunicación, mucho menos impedir el fraude electoral de 2012, pero sí
un papel irrisorio en Televisa a un oportunista pequeño-burgués que no tiene ni
habilidad para dirigir un debate político. El segundo, ha logrado espacios para
algunos aspirantes, pero el problema del acceso a la educación sigue
presente.
Es
decir, todos estos esfuerzos son, o se han convertido, en motores de la dinámica cíclica que pretende imponer el
sistema y que quiere negar la lucha de clases; relegados a no salir del marco
jurídico impuesto por la clase que oprime, están destinadas a extinguirse. Pues
la lucha de clases se detiene sólo si el tiempo se detiene.
El
hastío es notable en nosotros; los que cargamos a nuestras espaldas la
desigualdad y la explotación indignante, porque las vivimos día a día. Hoy no
tenemos que persuadir a nadie de que existe
la pobreza, hoy se mama la pobreza. Es ahí donde tenemos un paso adelante
y donde se materializa esta consigna, las condiciones están dadas para que la
FJC aproveche y transforme en lucha política. Es sencillo convencer de lo evidente: la revolución. Sólo
hay que aventarse al ruedo, aquí es donde el papel del elemento consciente juega un rol
fundamental, por lo que cada militante de la FJC tiene una tarea de facto en
cada lugar donde se pare, y ésta es plantear la confrontación directa con el
sistema, promover la insurrección de la
juventud.
Camarada,
hoy día el fascismo en Ucrania es promocionado por los monopolios de la Unión
Europea. La Banda Bassotti de Italia tomó una iniciativa a la que se invitó a la
FJC, ¿Cómo se estará desenvolviendo esta iniciativa, cuál es su importancia
política?
Se
plantea un festival político-cultural con tres objetivos principales: Cohesionar
el movimiento antifascista en México, promover el internacionalismo proletario y
su lucha contra el fascismo, generar finanzas para la caravana que se enviará a
Ucrania.
Trasciende
esta nueva tarea porque deja ver de manera nítida que nuestra enemiga es sólo
una: la burguesía, con sus distintas caras, el fascismo como una de ellas; esta
lucha también es la más clara expresión de que en guerra de clases no existe
nacionalidad, color de piel, lengua o costumbres que impida la unidad de la
clase obrera a nivel mundial.
En
esa misma dirección, tu vienes insistiendo en la importancia del trabajo
cultural en la organización y lucha de la FJC y la juventud mexicana ¿Cuáles son
sus perspectivas?
Construir
una herramienta que entre otras tareas sirva de apoyo para sacar del letargo
político, del conformismo y la indiferencia a las masas de oprimidos y
explotados. Herramienta que puede tomar la forma de una red, coordinación,
asamblea, foro, etc. Pero con la certeza de que los artistas unidos y
organizados se convertirán en un arma eficaz de contraofensiva a los aparatos
ideológicos del Estado, que buscan sumir en las tinieblas la conciencia de
clase.
Eres
trabajadora y estudiante universitaria, ¿Cómo aprecias que en la crisis
capitalista buena parte de la juventud ni estudia ni trabaja y la abrumadora
realidad del desempleo?
No
lo aprecio, más bien lo desprecio. Los desempleados son el ejército industrial
de reserva que este sistema capitalista necesita para asegurar su funcionalidad,
para que los que sí tienen trabajo acepten salarios miserables. Son la
consecuencia de la única ley que rige el mercado capitalista: la de la máxima
ganancia, una dinámica anárquica que lleva a la crisis y al paro. De hecho, con
certeza afirmo “los desempleados que van en aumento, tendrán un papel
determinante en la próxima revolución proletaria”.
¿Cuál
es el papel de la FJC en la política del PCM?
La
FJC es la escuela de los futuros militantes del PCM, su cantera de cuadros; la
federación debe nutrir al partido erigirse como un brazo ejecutor de su
política, mientras que para cualquier organización comunista es necesaria la
dirección del Partido
Comunista.
¿Cómo
valoras el V Congreso del Partido?
Aquí
los cuadros en un ejercicio de máxima disciplina
tienen la tarea de discutir y marcar la ruta exacta que llevará al partido a consolidarse como
vanguardia de la clase obrera, teniendo siempre presente que el Partido existe
por un sólo objetivo: la instauración del socialismo-comunismo.
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