La otra contradicción de la época, sigue siendo el de la
opresión de los pueblos y naciones del tercer mundo, por parte del
imperialismo, principalmente el imperialismo yanqui. Bolivia como país
capitalista, dependiente y atrasado del tercer mundo, continúa siendo una
nación oprimida y semicolonial, aunque los actuales gobernantes digan que se
está construyendo el socialismo comunitario, lo cierto es que están
reproduciendo el capitalismo con el denominado “proceso de cambio” en su nueva
versión como capitalismo andino, valiéndose de nuestra compleja formación
económico social (sociedad) abigarrada, donde el modo de producción capitalista,
sigue siendo el principal, y subordina a
las demás relaciones sociales de producción de carácter precapitalistas (para los
gobernantes el producto de esta realidad, es el modelo de economía plural).
En nuestro país, la contradicción es del Estado Plurinacional, en contra de las naciones y
nacionalidades, a las que en el nuevo orden plurijurídico (al igual que el anterior)
les niega el derecho a la libre autodeterminación y solo les reconoce la reaccionaria
libre determinación de carácter cultural; y la contradicción fundamental en nuestra
sociedad, continua siendo entre la burguesía (la vieja y la nueva burguesía) frente
a los trabajadores, contradicción que la visión pachamamista y posmodernista la
niega y la esconde, con la ilusa idea de que
todos ”somos hermanos” y que ya no existen patrones, sino “socios”, bajo
la absurda idea de la complementariedad de los opuestos.
Los comunistas, no arriamos las banderas del marxismo-leninismo
en ningún momento, y tampoco caímos de bruces ante las nuevas corrientes y
tendencias ideológicas pro burguesas en boga, aquellas que fueron ensambladas
en las universidades del mundo occidental, las ONGs y Fundaciones al servicio
del capital financiero internacional, para dividir a los trabajadores de los
campesinos, para dividir a las pueblos y naciones, para dividir al núcleo familiar, para dividir a la población entre
indígenas y no indígenas, para fragmentar política y jurídicamente a los “Estados
Nacionales” y ser presa fácil de las transnacionales, para imponerles reformas
y “nuevos órdenes jurídicos” y así salvar el viejo orden burgués mediante
procesos constituyentes, y todo con la finalidad de conservar y reproducir el
capitalismo perpetuándolo mediante la reorganización estatal del viejo Estado
boliviano en crisis.
Tampoco hemos dejado de apoyar la lucha de los trabajadores y
campesinos comunitarios, parcelarios, pobres y sin tierra; siempre apoyamos la
lucha de los pueblos y naciones oprimidas de nuestro país, a favor de quienes
el viejo
Estado boliviano ahora como Estado Plurinacional, dice representar y
gobernar, cuando en realidad lo hace a favor de todas las facciones de la
burguesía (de la vieja y nueva burguesías) y a favor de las transnacionales,
por eso no cumplió con la “agenda de octubre rojo de 2003”, por eso no abrogó el D.S. 21060, por eso no
abrogo la Ley INRA, por eso no nacionaliza la San Cristóbal, por eso fue a los
EEUU para que vengan las transnacionales y saqueen nuestros recursos naturales,
etc. etc.
Aun nuestras escasas posibilidades y modesta presencia en el escenario de la
lucha política (lucha de clases), no hemos dejado de demostrar nuestra firme vocación
unitaria hacia las fuerzas revolucionarias que no han capitulado en la brega
clasista, ni ante la reorganización del viejo Estado boliviano que se propone
construir el capitalismo andino como objeto en sí y para sí de la nueva
burguesía emergente, coludida con las otras facciones de la burguesía de
nuestro país. Por eso, en lo que va del año que concluye, no dejamos de
sostener la necesidad de perseverar en la unidad revolucionaria, y la imperiosa
demanda popular de construir un nuevo proyecto político de un Nuevo Estado
Popular, Democrático, Revolucionario y Antiimperialista, hacia el socialismo
científico, cualitativamente superior al Estado Plurinacional como proyecto
político de la nueva burguesía, del imperialismo y de sus ONGs, Fundaciones y
Agencias de Cooperación Internacional.
Mantenemos nuestra convicción sobre la necesidad de la unidad en el campo popular
y revolucionario, y nos comprometemos redoblar los esfuerzos, porque es la exigencia
de los pobres, de los trabajadores, de los campesinos parcelarios,
comunitarios, minifundiarios, pobres y sin tierra, de los profesionales e
intelectuales comprometidos con los trabajadores, de los jóvenes profesionales
desempleados y discriminados. Nuestro pueblo exige un nuevo Frente o
Instrumento Político de lucha. Ese es el gran desafío que los comunistas lo
asumimos militantemente, además, como parte de nuestra comprensión cabal é
irrenunciable de la necesidad del Partido, Programa y Frente.
Nos esforzaremos en continuar y persistir en la heroica
tarea de seguir forjando el Partido, como
la organización de la conciencia revolucionaria de los trabajadores, de los
pobres del campo y de las ciudades, y para darle el verdadero carácter leninista, de nuevo tipo y como vanguardia política
en todas las contiendas clasistas. Así lo hemos demostrado los comunistas de
nuestro país, al haber sido lo suficientemente maduros y capaces en la materialización
de la fusión de las organizaciones partidarias del Comité de Reconstrucción del
Partido Comunista de Bolivia y del Partido Comunista Revolucionario, dando lugar
a la constitución de nuestro gran PARTIDO COMUNISTA DE BOLIVIA-REVOLUCIONARIO
(PCB-R), donde se templarán en la fragua del marxismo-leninismo, la
todopoderosa ideología del proletariado, los futuros militantes, cuadros,
dirigentes y comandantes de la revolución boliviana.
Los comunistas, no podemos concebir como lo hacen las
variables anticientíficas del posmodernismo: los indigenistas, pachamamistas, neormarxistas, animistas, etnoculturalistas, decolonialistas,
descolonizadores-recolonizadores, y otros que alucinan con ideas como si
Bolivia fuese el centro o el ombligo del
mundo, y que todo gira en torno al Estado Plurinacional. Siempre apoyaremos
militantemente la lucha de los pueblos y naciones oprimidas del tercer mundo en
contra del imperialismo, principalmente el imperialismo yanqui; apoyaremos y
nos solidarizamos militantemente con la lucha de los trabajadores del mundo contra
las burguesías locales y el imperialismo; apoyaremos y nos solidarizaremos con
la lucha de los movimientos de liberación de los pueblos y naciones del tercer
mundo; apoyaremos y nos solidarizaremos militantemente con las guerras de
liberación y guerras populares de las organizaciones y Partidos hermanos,
respetando sus determinaciones políticas, por ser ellos quienes conocen y saben
de la realidad de sus países.
En el nuevo año que se apresta a desbrozar otro horizonte de
la lucha clasista a nivel nacional e internacional, como quien diría de que
“los bolivianos no tenemos alma de esclavos”,
el PARTIDO COMUNISTA DE BOLIVIA REVOLUCIONARIO (PCB-R), a tiempo de reafirmar que no arriaremos jamás
la bandera roja comunista de la rebelión
que se justifica, y la certeza de que vendrán oleadas de revoluciones en los
países del tercer mundo, y que cada día se exacerbarán las contradicciones
interimperialista aun cuando se coludan en las guerras locales, regionales y
que la tendencia es la tercera guerra
mundial y la respuesta guerras revolucionarias de los trabajadores y de pueblos y naciones oprimidas, declaramos
nuestra irreductible lealtad y firmeza con el marxismo-leninismo, el principio del internacionalismo proletario, y de que las masas hacen la historia y el Partido las dirige.
¡POR NUESTRA CLASE Y NUESTRO PUEBLO!
¡LA REBELION SE JUSTIFICA!
¡TODO CON LAS MASAS, NADA SIN ELLAS!
¡VIVA EL PARTIDO COMUNISTA DE BOLIVIA
REVOLUCIONARIO!
Secretariado Provisional
Partido Comunista de Bolivia-Revolucionario
PCB-R
Diciembre 2015
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