Por Embajada de la RPDC en el Reino de España.
Después de aprobada la "resolución de sanción" anti-República Popular Democrática de Corea nº 2270 del Consejo de Seguridad de la ONU, los Estados Unidos y sus satélites intensifican la campaña anti-RPDC tomando a porfía las unilaterales medidas de sanción.
Al respecto, el portavoz del Comité de Juristas de Corea hizo pública el día 24 una declaración.
La nota señala que la prueba de bomba de hidrógeno de la República Popular Democrática de Corea es una medida de autodefensa para defender la soberanía y el derecho a la subsistencia nacional desde la política de hostilidad y la creciente amenaza nuclear de EE.UU.
Desde el punto de vista de la ley internacional, todo esto no puede ser en ningún caso un objeto de la "resolución de sanción" del Consejo de Seguridad de la ONU, ratifica la nota y continúa:
El derecho a la autodefensa de un Estado soberano es justo en virtud de la ley internacional.
Este tema está estipulado en la "convención sobre la responsabilidad estatal". Y ateniéndose al principio de la ley internacional, desde el XX período de sesiones de la Asamblea General de la ONU, efectuado en 1965, ha venido aprobándose como resolución la "declaración sobre la intolerable intervención en los asuntos internos estatales y la defensa de la independencia y la soberanía".
El fortalecimiento del disuasivo nuclear de la RPDC no tiene restricción por haber declarado la retirada del Tratado de No Proliferación en marzo de 1993 frente a la grave situación creada en aquel entonces por la amenaza de guerra nuclear de EE.UU. y haberlo puesto en vigencia en enero de 2003.
El lanzamiento de satélite de la RPDC tampoco puede ser problemático, porque es el ejercicio del derecho al desarrollo de cosmos, atribuido por la ley internacional.
Sin embargo, EE.UU. fabricó la "resolución de sanción" del Consejo de Seguridad de la ONU cuestionando el derecho legítimo de la RPDC incluso el de autodefensa de un Estado soberano, lo cual deviene brutal violación de la soberanía de la RPDC, grave amenaza a la paz y seguridad del mundo y clímax del despotismo.
Insatisfecho con la fabricación de la ilícita "resolución de sanción" anti-RPDC, instigó a las fuerzas seguidoras a ejercer las sanciones independientes incluso la sanción sobre las empresas extranjeras relacionadas con la RPDC, insistiendo en la necesidad de llenar el vacío.
La campaña de sanción y aplastamiento unilaterales de EE.UU. resulta un crimen antiético que persigue el derrocamiento del régimen de un Estado soberano e infringe los derechos al desarrollo y subsistencia de otros países.
Son mil veces justas las contramedidas superintransigentes de la RPDC tanto en virtud de la ley internacional como desde el punto de vista del derecho a la autodefensa, ya que se ha evidenciado que la brutal campaña de sanción y aplastamiento de las fuerzas hostiles persigue la privación del derecho a la subsistencia de la nación coreana y el derrocamiento del régimen socialista de la RPDC.
Cuanto más EE.UU. y sus satélites intensifiquen la sanción anti-RPDC, tanto más se hará fuerte la capacidad de autofortalecimiento de la RPDC y se adelantará el fin trágico de ellos mismos.
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