lunes, 9 de septiembre de 2013

Entrevista a la dirigente de la guerrilla paraguaya del EPP, Carmen Villalba

“Las contradicciones que existen entre el poder oligárquico y los de abajo no pueden solucionarse de manera pacífica”
Cinco horas antes que la dirigente de la organización guerrillera Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), Carmen Villalba, fuera protagonista de un extraño y violento episodio en la cárcel de mujeres del Buen Pastor, en Asunción, Resumen Latinoamericano pudo entrevistarla telefónicamente para ahondar informativamente sobre qué tipo de organización es el EPP y cuál es su caracterización sobre el actual gobierno de Horacio Cartes.
Villalba cumple una condena de 18 años de prisión al igual que su compañero Alcides Oviedo, acusados del secuestro de un acaudalado empresario local, y según denuncia un comunicado de otros presos del EPP, en la noche del viernes Villalba sufrió un intento de asesinato por parte de efectivos policiales. Por otra parte, la versión oficial habló primero de que la detenida “habría tratado de fugarse por un boquete”, lo que fue desmentido horas después. Lo cierto es que Villalba, fuertemente custodiada por efectivos policiales fue trasladada a primeras horas de la mañana del sábado a la Agrupación Especializada de la Policía Nacional y de allí siguió viaje a la FOPE (Fuerzas de Operaciones de la Policía Especializada), sin darse razones por este repentino cambio carcelario.
En la entrevista, Villalba se presentó como una “orgullosa epepista que lo que más siente es no poder hacer más por mi heroico pueblo paraguayo y por la Revolución” y auguró “más confrontación” con el actual gobierno del Partido Colorado.
Cármen Villalba, del EPP, en momentos de ser trasladada desde la Cárcel del Buen Pastor, en Asunción.
 ¿Cómo define al Ejército del Pueblo Paraguayo?
 El EPP es una insurgencia revolucionaria marxista leninista enraizada profundamente en el pueblo paraguayo, y esencialmente en el campesinado. El EPP enfrenta hoy a la mafia organizada cuyo motor principal es el Partido Colorado que nuevamente se ha instalado en el poder.
Para ratificar lo que le estoy diciendo habría que recurrir al escritor Aníbal Miranda, ya fallecido, que hizo una importante investigación que volcó en su libro “La principal organización mafiosa del Paraguay: el Partido Colorado”. En ese texto llegó a la conclusión que en esta mafia coinciden todos los políticos de la extrema derecha oligárquica. En la actual coyuntura paraguaya no se diferencian mucho los partidos tradicionales, el Colorado y el Liberal y otros partidos de derecha que aparecieron después del golpe de Estado del 89.
Los epepistas no hemos necesitado pedirle permiso a nadie para denominar a la insurgencia con el nombre del Ejército del Pueblo Paraguayo, ya que fundamentalmente defendemos los intereses del pueblo campesino pobre que todos los días debe enfrentar el asesinato, el desalojo y el avasallamiento represivo de cada gobierno que se instala.
 ¿Cuáles son las causas políticas y económicas de su país que los llevaron a alzarse en armas?
 La situación económica del Paraguay según la propia CEPAL, determina que más del 54 % de la población es pobre y un alto porcentaje se encuentra en la indigencia. Si hablamos de la niñez de mi país, un 43% está en condiciones de desnutrición y por cada año, nueve mil familias campesinas son expulsadas de sus tierras para implementar la agro-ganadería intensiva por parte de trasnacionales como la Monsanto y otras, vinculadas a la oligarquía paraguaya, junto a sus partidos políticos, magistrados y parlamentarios. Estos explotan la fértil tierra del norte y de otros puntos del país.
Todo este panorama hace que el campesino se vea en la actualidad absolutamente despojado y expulsado por las fuerzas represivas instalada en sus tierras por cada gobierno.
Esto es lo que combate actualmente la insurgencia revolucionaria corporizada en el EPP.
 Por parte de los respectivos gobiernos paraguayos y sus medios de comunicación se acusa al EPP de estar vinculado con el narcotráfico y el bandidaje. ¿Cuáles son las razones para que habitualmente lleguen a esas conclusiones?
 Eso es parte de la tergiversación que llevan adelante los medios de comunicación que son propiedad de la oligarquía paraguaya. Además hay una estrecha unión entre ganaderos, sojeros, narcotraficantes, policías y políticos. Nosotros estamos actualmente en guerra contra esa mafia, su gobierno y el Estado y lo hacemos porque nadie tiene dudas en nuestro país que esa oligarquía y sus partidos están compuestos por narcotraficantes.
Creemos que el tiempo demostrará también que ellos están queriendo orientar todo hacia ese lado. Ayer nomás se incautaron de una importante cantidad de cocaína en dos estancias, pero ocultan los nombres de las mismas, porque casi siempre que ocurre esto son propiedad de políticos, de magistrados judiciales o de parlamentarios. El propio presidente de la República tiene estancia en el Norte. El pueblo sabe, los medios saben, que el narcotráfico ha estado siempre instalado en las estructuras del gobierno. No hay mucha diferenciación entre políticos y narcos.
 Recientemente ha habido un ataque del que se hizo cargo el EPP contra custodios de una estancia. ¿Qué buscan con este tipo de acciones?
 Se trata de la estancia del conocido terrateniente brasilero Matelarenjeira, que posee empresas en Brasil, Argentina y aquí. Como otros estancieros tiene grupos paramilitares, integrados en muchos casos por oficiales de la Policía Nacional que cumplen la función de guardias en casi todas las estancias de grandes propietarios. En particular en esa estancia, se dio el caso de que el policía que encabezaba las fuerzas paramilitares estaba en actividad, y la empresa de seguridad es de su propiedad y de otro comisario de la localidad de Pedro Juan Caballero. Fundamentalmente son fuerzas paramilitares las que resguardan los latifundios de los ganaderos en cada una de sus propiedades a lo largo y ancho del país. Las estancias representan uno de los emblemas de políticos de todos los colores, ya que una vez que llegan a cargos en el gobierno o van acumulando dinero terminan comprándose enormes extensiones de tierra. A partir de ello producen la expulsión de gran cantidad de campesinos, a quienes se les torna insostenible convivir con las grandes plantaciones de soja, de maíz y otros granos, por la fumigación que se hace desde aviones que envenenan todos los cultivos y animales domésticos que tienen esos pequeños propietarios. A esto hay que sumarle la agresión continua que sufren por parte de los matones de los estancieros que quieren apropiarse de más tierras para ampliar sus latifundios.
 ¿Qué opinión tiene ante la decisión del gobierno y del Parlamento de facultar al Ejército para intervenir abiertamente en el norte y otros puntos del país en aras de “erradicar la subversión”?
 Hay que aclarar que la represión en el Paraguay, y fundamentalmente en el ámbito campesino, hace mucho tiempo que viene produciéndose. Somos conscientes que cada vez aumenta más la escalada de ataques contra quienes luchan en defensa de sus tierras y por ende contra la insurgencia revolucionaria.
Nuestro compromiso con la Revolución, con nuestro pueblo y con los compañeros que siguen peleando afuera es firme. Estamos dispuestos a seguir confrontando con nuestros enemigos, renovando las energías para hacer crecer la insurgencia revolucionaria que se da en la actualidad a través de la lucha armada.
 Cuál es la situación que están viviendo los prisioneros del EPP actualmente?
 Quienes formamos parte del EPP en las cárceles somos alrededor de 15 y también hay numerosos presos de organizaciones campesinas. Las condiciones en las que vivimos son muy malas a nivel del trato y del aislamiento, sobre todo porque nosotros no bajamos la cabeza y seguimos confrontando contra el sistema político y económico imperante. Nuestros militantes sufren un régimen carcelario diferenciado con respecto a otros compañeros. Por ejemplo, mi compañero Alcides Oviedo está siempre en un encierro absoluto, totalmente aislado sin ningún tipo de derechos de trabajos manuales, de estudio y otras posibilidades habituales en estos ámbitos.
Todas estas dificultades que se nos presentan a diario no son más que motivaciones para ir superando, salir adelante y seguir luchando.
 ¿Cómo explican en el EPP las acusaciones de todo tipo que se les formulan desde algunos sectores de la izquierda paraguaya?
 Nosotros creemos que el socialismo tiene diferentes corrientes y posiciones ideológicas aquí y en otras partes del mundo. Dentro de la pseudo izquierda paraguaya están los socialistas oportunistas, cuyo mayor emblema de lucha es la participación electoral. Son ellos los que se definen por la colaboración y no la lucha de clases. Nosotros, como marxistas leninistas hijos del mariscal Gaspar de Francia (prócer paraguayo) nos definimos por la confrontación de clases, creemos a su vez que las contradicciones que existen entre el poder oligárquico y los de abajo no pueden solucionarse de manera pacífica, o sólo con participaciones electorales. Sostenemos que para avanzar en un proceso similar al que fue el proceso popular del Doctor Francia, contextualizándolo dentro de este tiempo, hay que hacer una Revolución popular y radical, y no solamente reformas. De lo contrario no cambiarían las condiciones de pobreza y explotación de nuestro pueblo.
 ¿Qué escenario le planteará al Presidente Cartes el EPP de aquí en más?
 Creemos que va a seguir profundizándose las condiciones de represión y de confrontación. Tenemos claro que la represión no es de ahora nomás, sino que viene desde hace décadas y eso fue lo que hizo surgir distintas experiencias de insurgencia, hasta que aparece el Ejército del Pueblo Paraguayo. Durante la era Lugo, el EPP ha soportado, ha resistido y ha crecido. Hemos sabido sobrellevar épocas de gran militarización, y por lo tanto no nos toman por sorpresa estas medidas que ahora implementa el Partido Colorado en el poder. Lo más importante para nosotros es seguir penetrando en el corazón de los más humildes, ya que el pueblo empieza a darse cuenta que los integrantes de EPP están a su lado y sufren sus mismas condiciones de vida.
Yo creo que cualquier socialista mínimamente honesto, aunque no comparta el método de lucha armada, debe darse cuenta que cuando la oligarquía persigue con tanta saña a los luchadores es por algo. Yo le pediría a la intelectualidad revolucionaria de América Latina, que a veces leo que tratan con tanta ligereza la experiencia del EPP, tomando como referencia a la pseudo izquierda paraguaya sin conocer la realidad de nuestro país, que intenten ahondar más en el pensamiento de nuestra gente más humilde, que escuchen sus voces que hablan de sufrimiento y represión constante. Como decía el heroico sacerdote guerrillero Camilo Torres hay que preguntarse por qué los oligarcas atacan con tanta crueldad a un sector político si no es porque les plantan cara en defensa de las reivindicaciones de campesinos y obreros.
 ¿Usted cree que en Paraguay no hay espacio para otra lucha que no sea la violenta?
 Como marxista, que he tomado el camino de la lucha armada respeto profundamente la opinión de los socialistas que no estén de acuerdo con nuestra opción. Sin embargo, en el momento en que se alían con sectores de la oligarquía y con la opinión de los medios corporativos y señalan que el EPP “es el narcotráfico” o que respondemos a intereses de los ganaderos, deberían darse cuenta que precisamente somos nosotros quienes enfrentamos a esos ganaderos, al gobierno oligárquico y a sus cómplices con las armas en la mano.
Esa pseudo izquierda apoyó al gobierno de Lugo mientras éste profundizaba la presencia del Plan Colombia, o facilitó las condiciones para que organismos imperialistas que eran expulsados de Venezuela y Bolivia vinieran a asentarse en Paraguay.
Publicado por El Diario Internacional

Fuente: Resumen Latinoamericano.


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