“Las contradicciones que existen
entre el poder oligárquico y los de abajo no pueden solucionarse de manera
pacífica”
Cinco horas antes que la dirigente de
la organización guerrillera Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), Carmen
Villalba, fuera protagonista de un extraño y violento episodio en la cárcel de
mujeres del Buen Pastor, en Asunción, Resumen Latinoamericano pudo entrevistarla
telefónicamente para ahondar informativamente sobre qué tipo de organización es
el EPP y cuál es su caracterización sobre el actual gobierno de Horacio Cartes.
Villalba cumple una condena de 18
años de prisión al igual que su compañero Alcides Oviedo, acusados del
secuestro de un acaudalado empresario local, y según denuncia un comunicado de
otros presos del EPP, en la noche del viernes Villalba sufrió un intento de
asesinato por parte de efectivos policiales. Por otra parte, la versión oficial
habló primero de que la detenida “habría tratado de fugarse por un boquete”, lo
que fue desmentido horas después. Lo cierto es que Villalba, fuertemente
custodiada por efectivos policiales fue trasladada a primeras horas de la
mañana del sábado a la Agrupación Especializada de la Policía Nacional y de
allí siguió viaje a la FOPE (Fuerzas de Operaciones de la Policía
Especializada), sin darse razones por este repentino cambio carcelario.
En la entrevista, Villalba se
presentó como una “orgullosa epepista que lo que más siente es no poder hacer
más por mi heroico pueblo paraguayo y por la Revolución” y auguró “más
confrontación” con el actual gobierno del Partido Colorado.
Cármen Villalba, del EPP, en momentos
de ser trasladada desde la Cárcel del Buen Pastor, en Asunción.
¿Cómo define al Ejército del
Pueblo Paraguayo?
El EPP es una insurgencia
revolucionaria marxista leninista enraizada profundamente en el pueblo
paraguayo, y esencialmente en el campesinado. El EPP enfrenta hoy a la mafia
organizada cuyo motor principal es el Partido Colorado que nuevamente se ha
instalado en el poder.
Para ratificar lo que le estoy
diciendo habría que recurrir al escritor Aníbal Miranda, ya fallecido, que hizo
una importante investigación que volcó en su libro “La principal organización
mafiosa del Paraguay: el Partido Colorado”. En ese texto llegó a la conclusión
que en esta mafia coinciden todos los políticos de la extrema derecha
oligárquica. En la actual coyuntura paraguaya no se diferencian mucho los
partidos tradicionales, el Colorado y el Liberal y otros partidos de derecha
que aparecieron después del golpe de Estado del 89.
Los epepistas no hemos necesitado
pedirle permiso a nadie para denominar a la insurgencia con el nombre del
Ejército del Pueblo Paraguayo, ya que fundamentalmente defendemos los intereses
del pueblo campesino pobre que todos los días debe enfrentar el asesinato, el
desalojo y el avasallamiento represivo de cada gobierno que se instala.
¿Cuáles son las causas
políticas y económicas de su país que los llevaron a alzarse en armas?
La situación económica del
Paraguay según la propia CEPAL, determina que más del 54 % de la población es
pobre y un alto porcentaje se encuentra en la indigencia. Si hablamos de la
niñez de mi país, un 43% está en condiciones de desnutrición y por cada año,
nueve mil familias campesinas son expulsadas de sus tierras para implementar la
agro-ganadería intensiva por parte de trasnacionales como la Monsanto y otras,
vinculadas a la oligarquía paraguaya, junto a sus partidos políticos,
magistrados y parlamentarios. Estos explotan la fértil tierra del norte y de
otros puntos del país.
Todo este panorama hace que el
campesino se vea en la actualidad absolutamente despojado y expulsado por las
fuerzas represivas instalada en sus tierras por cada gobierno.
Esto es lo que combate actualmente la
insurgencia revolucionaria corporizada en el EPP.
Por parte de los respectivos
gobiernos paraguayos y sus medios de comunicación se acusa al EPP de estar
vinculado con el narcotráfico y el bandidaje. ¿Cuáles son las razones para que
habitualmente lleguen a esas conclusiones?
Eso es parte de la
tergiversación que llevan adelante los medios de comunicación que son propiedad
de la oligarquía paraguaya. Además hay una estrecha unión entre ganaderos,
sojeros, narcotraficantes, policías y políticos. Nosotros estamos actualmente
en guerra contra esa mafia, su gobierno y el Estado y lo hacemos porque nadie
tiene dudas en nuestro país que esa oligarquía y sus partidos están compuestos
por narcotraficantes.
Creemos que el tiempo demostrará
también que ellos están queriendo orientar todo hacia ese lado. Ayer nomás se
incautaron de una importante cantidad de cocaína en dos estancias, pero ocultan
los nombres de las mismas, porque casi siempre que ocurre esto son propiedad de
políticos, de magistrados judiciales o de parlamentarios. El propio presidente
de la República tiene estancia en el Norte. El pueblo sabe, los medios saben,
que el narcotráfico ha estado siempre instalado en las estructuras del gobierno.
No hay mucha diferenciación entre políticos y narcos.
Recientemente ha habido un
ataque del que se hizo cargo el EPP contra custodios de una estancia. ¿Qué
buscan con este tipo de acciones?
Se trata de la estancia del
conocido terrateniente brasilero Matelarenjeira, que posee empresas en Brasil,
Argentina y aquí. Como otros estancieros tiene grupos paramilitares, integrados
en muchos casos por oficiales de la Policía Nacional que cumplen la función de
guardias en casi todas las estancias de grandes propietarios. En particular en
esa estancia, se dio el caso de que el policía que encabezaba las fuerzas
paramilitares estaba en actividad, y la empresa de seguridad es de su propiedad
y de otro comisario de la localidad de Pedro Juan Caballero. Fundamentalmente
son fuerzas paramilitares las que resguardan los latifundios de los ganaderos
en cada una de sus propiedades a lo largo y ancho del país. Las estancias
representan uno de los emblemas de políticos de todos los colores, ya que una
vez que llegan a cargos en el gobierno o van acumulando dinero terminan
comprándose enormes extensiones de tierra. A partir de ello producen la
expulsión de gran cantidad de campesinos, a quienes se les torna insostenible
convivir con las grandes plantaciones de soja, de maíz y otros granos, por la
fumigación que se hace desde aviones que envenenan todos los cultivos y
animales domésticos que tienen esos pequeños propietarios. A esto hay que
sumarle la agresión continua que sufren por parte de los matones de los
estancieros que quieren apropiarse de más tierras para ampliar sus latifundios.
¿Qué opinión tiene ante la
decisión del gobierno y del Parlamento de facultar al Ejército para intervenir
abiertamente en el norte y otros puntos del país en aras de “erradicar la
subversión”?
Hay que aclarar que la
represión en el Paraguay, y fundamentalmente en el ámbito campesino, hace mucho
tiempo que viene produciéndose. Somos conscientes que cada vez aumenta más la
escalada de ataques contra quienes luchan en defensa de sus tierras y por ende
contra la insurgencia revolucionaria.
Nuestro compromiso con la Revolución,
con nuestro pueblo y con los compañeros que siguen peleando afuera es firme.
Estamos dispuestos a seguir confrontando con nuestros enemigos, renovando las
energías para hacer crecer la insurgencia revolucionaria que se da en la
actualidad a través de la lucha armada.
Cuál es la situación que están
viviendo los prisioneros del EPP actualmente?
Quienes formamos parte del EPP
en las cárceles somos alrededor de 15 y también hay numerosos presos de
organizaciones campesinas. Las condiciones en las que vivimos son muy malas a
nivel del trato y del aislamiento, sobre todo porque nosotros no bajamos la
cabeza y seguimos confrontando contra el sistema político y económico
imperante. Nuestros militantes sufren un régimen carcelario diferenciado con
respecto a otros compañeros. Por ejemplo, mi compañero Alcides Oviedo está
siempre en un encierro absoluto, totalmente aislado sin ningún tipo de derechos
de trabajos manuales, de estudio y otras posibilidades habituales en estos
ámbitos.
Todas estas dificultades que se nos
presentan a diario no son más que motivaciones para ir superando, salir
adelante y seguir luchando.
¿Cómo explican en el EPP las
acusaciones de todo tipo que se les formulan desde algunos sectores de la
izquierda paraguaya?
Nosotros creemos que el
socialismo tiene diferentes corrientes y posiciones ideológicas aquí y en otras
partes del mundo. Dentro de la pseudo izquierda paraguaya están los socialistas
oportunistas, cuyo mayor emblema de lucha es la participación electoral. Son
ellos los que se definen por la colaboración y no la lucha de clases. Nosotros,
como marxistas leninistas hijos del mariscal Gaspar de Francia (prócer
paraguayo) nos definimos por la confrontación de clases, creemos a su vez que
las contradicciones que existen entre el poder oligárquico y los de abajo no
pueden solucionarse de manera pacífica, o sólo con participaciones electorales.
Sostenemos que para avanzar en un proceso similar al que fue el proceso popular
del Doctor Francia, contextualizándolo dentro de este tiempo, hay que hacer una
Revolución popular y radical, y no solamente reformas. De lo contrario no cambiarían
las condiciones de pobreza y explotación de nuestro pueblo.
¿Qué escenario le planteará al
Presidente Cartes el EPP de aquí en más?
Creemos que va a seguir
profundizándose las condiciones de represión y de confrontación. Tenemos claro
que la represión no es de ahora nomás, sino que viene desde hace décadas y eso
fue lo que hizo surgir distintas experiencias de insurgencia, hasta que aparece
el Ejército del Pueblo Paraguayo. Durante la era Lugo, el EPP ha soportado, ha
resistido y ha crecido. Hemos sabido sobrellevar épocas de gran militarización,
y por lo tanto no nos toman por sorpresa estas medidas que ahora implementa el
Partido Colorado en el poder. Lo más importante para nosotros es seguir
penetrando en el corazón de los más humildes, ya que el pueblo empieza a darse
cuenta que los integrantes de EPP están a su lado y sufren sus mismas
condiciones de vida.
Yo creo que cualquier socialista
mínimamente honesto, aunque no comparta el método de lucha armada, debe darse
cuenta que cuando la oligarquía persigue con tanta saña a los luchadores es por
algo. Yo le pediría a la intelectualidad revolucionaria de América Latina, que
a veces leo que tratan con tanta ligereza la experiencia del EPP, tomando como
referencia a la pseudo izquierda paraguaya sin conocer la realidad de nuestro
país, que intenten ahondar más en el pensamiento de nuestra gente más humilde,
que escuchen sus voces que hablan de sufrimiento y represión constante. Como
decía el heroico sacerdote guerrillero Camilo Torres hay que preguntarse por
qué los oligarcas atacan con tanta crueldad a un sector político si no es
porque les plantan cara en defensa de las reivindicaciones de campesinos y
obreros.
¿Usted cree que en Paraguay no
hay espacio para otra lucha que no sea la violenta?
Como marxista, que he tomado el
camino de la lucha armada respeto profundamente la opinión de los socialistas
que no estén de acuerdo con nuestra opción. Sin embargo, en el momento en que
se alían con sectores de la oligarquía y con la opinión de los medios corporativos
y señalan que el EPP “es el narcotráfico” o que respondemos a intereses de los
ganaderos, deberían darse cuenta que precisamente somos nosotros quienes
enfrentamos a esos ganaderos, al gobierno oligárquico y a sus cómplices con las
armas en la mano.
Esa pseudo izquierda apoyó al
gobierno de Lugo mientras éste profundizaba la presencia del Plan Colombia, o
facilitó las condiciones para que organismos imperialistas que eran expulsados
de Venezuela y Bolivia vinieran a asentarse en Paraguay.
Publicado por El Diario Internacional
Fuente: Resumen Latinoamericano.
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